Yo nací, vengo desde un lugar que tiene cajas de todos los tamaños y un animalito que me moja la mano cada vez que se acerca por amor. Amor que nunca le dieron, que yo no tengo. No me lo quede yo. Se lo llevaron bien lejos, me quedé de rodillas que duelen. Escuchando palabras que no entiendo y una música que me pone muy triste. Esas cajas esconden cosas, esas cosas… si sólo fueran cosas.
Crecí entre paredes. Y yo muy cerca… un viaje prohibido que ahora es normal. Un poco de hastío en el fondo de la galería, un piso que estaba roto, y las visitas que se atropellaban o me abandonaban bajo el techo aplastante de mi propia consciencia. Lo recuerdo negro y fucsia como si fuera una contradicción, también al maniquí que tiempo después se fue de gira cuando la echamos. Nos echamos.
Casi muero, más de una vez. Por ejemplo hoy. No tendría que haber ido, pero es que me tienta la recuperación de la almohada y una consciencia mas limpia. Sabía que no estaba bien, porque no me quise levantar a la mañana y el corazón me dolió como antes.

Cuanto más pequeño más crece

Sigue la lluvia entrecortada. Es un diluvio a la distancia que provoca este universo pequeño de grandes acontecimientos atrapados en capsulas miniatura de inmensas sensaciones recortadas en minúsculas porciones de mi extensa memoria sentimental.

Agua blanda

Como cuando observe el mundo desde la mesa alta que me resguardaba de la inundación, el agua siempre me parecerá un elemento inabarcable y misterioso. Esa propiedad de volverse casi un espejo hace que la luz en ella reflejada sea lo hipnótico por excelencia. Si es oscura, mas temor aún provoca. Lo desconocido aguarda debajo, uno nunca sabe cuan cerca se encuentran esos misterios, cuan profundo caen las cosas que le arrojamos. Asusta tanto cuando esta revuelta como cuando esta absolutamente inmóvil y me llama en ambos casos, como si mi origen allí descansara en secreto impenetrable. Pero nunca se me ocurrió tirarme, más allá del miedo, sé que no será lo que imagino, y el frío y la ceguera (porque de noche llama con más fuerza) me atan en el borde.

La superación de las cosas

A veces quisiera responder al llamado del agua, de su inmensidad poderosa y sombría. Invita a un lugar frío y oscuro, casi como imagino la muerte. Detrás del miedo espera la calma, eterna y silenciosa. Allí es donde pierdo todas estas debilidades, no más sufrir... por nadie.

Hoy llueve.

Y me encontró en la calle la muy provocativa. Yo ya estaba llegando, me apuraba para que no sientas la ausencia… y de repente, a tan sólo unos pocos metros me atrapó en sus remolinos mojados. Otra vez... pensaba, mientras el viento me sacudía y el agua me helaba. Con mis mayores esfuerzos caminé firmemente, quería volver porque seguro que ya me estabas buscando. Y me apuré para encerrarnos de vuelta, pero esta vez la lluvia me mojó.

"sopla el polvo que se junta en mi corazón sin mi paraiso"

Otra vez la lluvia. Es verdad que desde que llegaste llueve de vez en cuando, más que antes. No nos deja salir. A veces pienso que tal vez llueve por que no queremos salir (voy a pensar en plural). Y que cuando vamos caminando, aunque lo hagamos rápido, no queremos llegar. Nos apuramos acá y nos aquietamos allá sólo por caminar ese tramo una sola vez al día. ¿Será el camino lo único que sentimos nuestro? Y vamos disfrutando del aire sin paredes, y a solas. Como si yo fuera el adulto que cuida de vos, que te lleva sorteando peligros mirándote pero más miro hacia delante. Los ojos atentos…

Foto

Como si congelaran algo más que la imagen de un recuerdo. Lamentablemente no atrapan el sentimiento. Cada vez que las miro les invento el clima que se desprende de tan pequeña porción del universo. Y nunca es verdadero. Con el tiempo las cosas se enfrían, se enternecen, se perfeccionan, se diluyen, Se olvidan…
Y cuando vuelvo me pregunto… por qué no habré mirado con ojos que recorten, parece que el detalle se vive diferente. Agrandar la alegría, achicar el dolor… tampoco le demos tanto valor.

Azul

Se fue azulando su vida, como se azulan los que de oxígeno están faltos al nacer costosamente y tarde. No es cierto lo de las paredes, pero a veces la lluvia le ha cortado el espacio. Y quedarse del lado en que el día ha sorprendido a sus sueños. No era de su costumbre, pero nadie le pregunta a la tierra si quiere soportar tanto peso.

Refugio

La forma incierta me atrae con fuerza empecinada de hogares verdaderos,
La lágrima resbala entre tanto griterío
en este mar incierto de hogares sustitutos.
Sustituyen mas no serán nunca lo debido
mi tierno y cálido refugio de las lluvias de deberes.

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